Siempre me ha fascinado la cultura celta y me he quedado embobada con las historias del Rey Arturo y sus caballeros, Excalibur y el mago Merlín hasta que apareció en escena el personaje de Lady Morgana (a ver no he perdido mi fascinación por el resto de personajes pero tengo que reconocer que tengo predilección por ella).
Las razones por las que me empezó a gustar es porque se le veía como una mujer con fuerza , seguridad, quizás a veces incluso altiva y con una gran energía. También me gustaba su nombre: MORGANA, quizás por su sonoridad no lo sé. Además llamaba la atención que no era el típico personaje rubio, ojos azules, voz melosa, insulso con vestidos de colores suaves siempre perfecta, la típica hada de cuento vamos. Al contrario, su gesto era duro, serio y decidido, siempre enmarcado por una larga y preciosa melena oscura.
El personaje de Morgana es quizás uno de los personajes más controvertido de las leyendas que circulan alrededor del Rey Arturo. La dualidad de su carácter -que a mí siempre me ha atraído porque queramos admitirlo o no todos tenemos nuestras luces y sombras, ¿porque en ella se ve como un signo de maldad?- proviene de las diferentes características que se le han ido atribuyendo a lo largo del tiempo y de las variadas interpretaciones que cada cual ha hecho de ella: la denostada Morgana ha sido hechicera del rey Arturo, discípula aventajada de Merlín, sacerdotisa, bruja maléfica, hada benévola, sanadora y se nos ha presentado, al mismo tiempo, como amiga y enemiga del famoso Arturo.
Morgana es un hada de la mitología celta; su nombre, Muirgein, significa “nacida en el mar”. También por eso me gusta, por su profunda relación con el mar. Este elemento aparece siempre presente en su leyenda. Vivió durante un tiempo en la corte del rey Arturo desde la que se trasladó a la mítica isla de Avalon. Entre las habilidades que posee y que le había enseñado el mago Merlín están: volar, cambiar de forma y curar.
Morgana ha sido desde siempre una de las hechiceras más famosas y poderosas de la literatura occidental; constituye para muchos la clara personificación del mal, el odio y la venganza, así como la belleza ardiente, el deseo, la tentación y, por encima de todo, la pasión. Es un ser capaz de ver el futuro y proporcionar vida y destrucción a partes iguales.
Con el tiempo me di cuenta de que en la figura de Morgana había algo que tenía que ver con su complejidad y que era lo que me resultaba tan atractivo de ella. Siendo hada, no era la típica figura extremadamente benévola, amable y falta de carácter, tan insulsa. Ella era diferente. Tenía dos caras: una malvada y otra bondadosa. Siempre jugando al despiste: medio bruja y medio hada, maga capaz de destruir y de crear. Misteriosa y espléndida.
En fin, espero no que no os halláis aburrido mucho, mi único propósito era contaros algo sobre este fascinante personaje que no es como nos pintan en los cuentos que por un lado están los buenos y por el otro los malos. Ella no es absolutamente buena ni espantosamente mala, es hada y bruja al mismo tiempo.
